Si con tu emprendimiento no estás pasando una buena situación financiera y las deudas se acumulan, la suspensión de pago puede ser un respiro entre llamados de cobranza y obligaciones impagas.
Sin importar el motivo de la crisis que esté atravesando tu negocio, es importante que conozcas las opciones para poder resurgir. En el caso de que la suspensión de pago no sea factible, se puede declarar en quiebra.
Por lo general, esta situación se genera cuando una empresa cuenta con más activos que pasivos.
En teoría, tienes capacidad de responder a las deudas, pero no cuenta con el dinero en efectivo para hacerse cargo. Provocando una falta de liquidez para hacerse cargo de los compromisos.
La suspensión de pagos no es permanente como la quiebra, ya que puedes recuperarte posterior a esta solicitud. Para determinar si esta situación es reversible, dependerá el motivo de fondo.
Si estás cursando esta situación para solucionarlo puedes modificar el periodo de pago a los proveedores, solicitar un préstamo para cubrir las deudas, contratar un factoring, entre otras cosas.
Recuerda que lo principal es evitar que tu emprendimiento vuelva a caer en esta situación.
En el sitio web de la Superintendencia de Insolvencia y Reemprendimiento puedes encontrar información y opciones para ti.