Cuando decides emprender y formar una empresa, uno de los aspectos esenciales que debes considerar es su duración. Aunque muchas veces se pasa por alto en el entusiasmo inicial, establecer de cuánto tiempo será la vigencia de la sociedad es crucial para su operación y eventual cierre.
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¿Qué significa todo esto para el emprendedor?
Conocer la vigencia de la sociedad que vas a constituir es clave para una planificación empresarial sólida. Un tiempo determinado puede obligarte a hacer trámites de renovación o reconstitución, mientras que una duración indefinida da mayor estabilidad. Además, ciertos contratos, licitaciones y procesos bancarios pueden requerir información precisa sobre este punto.
¿Cuáles son las directrices respectivas a la vigencia de la sociedad?
De acuerdo a la información entregada por el Registro de Empresas y Sociedades, cada tipo de sociedad tiene reglas distintas en este aspecto. A continuación revisamos cada una de las cuatro más populares en Chile.
E.I.R.L.: ¿Duración a medida?
La Empresa Individual de Responsabilidad Limitada ofrece gran flexibilidad para sus constituyentes. La duración será aquella que el empresario determine al momento de constituirla. Si en el acto de constitución se establece un plazo determinado, la empresa tendrá que cesar actividades cuando se cumpla ese plazo, a menos que se prorrogue formalmente.
Sin embargo, si el constituyente no fija un término específico, la ley presume que la duración será indefinida. Esto permite que la EIRL funcione mientras el titular así lo desee, sin preocuparse de una fecha límite.
LTDA.: Sociedad con reglas claras
En la Sociedad de Responsabilidad Limitada, el asunto es un poco más estricto. La duración puede ser determinada o indefinida, pero el término puede verse afectado por distintas causas fijadas en los estatutos sociales.
Por ejemplo, la muerte de un socio puede terminar la sociedad, salvo que los estatutos contemplen su continuidad. Otra causal es el vencimiento del plazo si se estableció uno al momento de constituirla. Además, existen otros eventos previstos, como la finalización del negocio para el cual se creó la sociedad o la extinción de los bienes que forman su objeto social.
SpA: Flexibilidad sin caducidad
La Sociedad por Acciones es una de las formas más dinámicas y flexibles de constituir empresas en Chile. En este caso, la duración será la que los accionistas acuerden al momento de formar la sociedad. Si los estatutos no dicen nada sobre la duración, se entenderá automáticamente que su vigencia es indefinida. Esta característica la convierte en una opción atractiva para proyectos que buscan adaptarse a las cambiantes condiciones del mercado.
S.A.: Permanencia definida por los accionistas
La Sociedad Anónima, tanto abierta como cerrada, también basa su duración en lo que los accionistas decidan al constituirla. Igual que en el caso de la SpA, si no se establece un término específico, la vigencia será indefinida. Esto entrega a los socios fundadores la posibilidad de proyectar la sociedad en el tiempo de acuerdo a sus intereses, sin la preocupación de trámites adicionales para su prórroga.
Antes de firmar tu escritura de constitución y, de fijar la vigencia de la sociedad, asegúrate de reflexionar sobre este detalle. Consultar con un especialista puede ayudarte a tomar la mejor decisión para tu proyecto.
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