Cuando decides formar una empresa, uno de los aspectos más relevantes que debes considerar es el objeto social. Esta definición no es un formalismo y nada más, pues es el propósito o finalidad para la cual tu empresa será creada.
Es decir, la actividad principal que desarrollará:
Venta al por menor de productos de panadería, como pan, pasteles y galletas, por ejemplo
El objeto social debe quedar establecido de forma clara y precisa en los estatutos de la empresa. Si no se describe correctamente, es posible que las autoridades rechacen la inscripción en el registro oficial. Por lo mismo, ¡no es un paso que deba tomarse a la ligera!
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El objeto social y su influencia en la forma jurídica
La actividad que elijas desarrollar no es únicamente para definir tu negocio; puede determinar el tipo de sociedad que más te conviene constituir.
Al definir un objeto social, debes tener claridad sobre las operaciones que tu empresa realizará. Un consejo muy valioso es optar siempre por una descripción amplia. Así evitarás limitaciones futuras y podrás adaptarte mejor a los cambios del mercado. Además, un punto importantísimo a considerar es que el tipo de impuestos que deberás pagar estará directamente relacionado con el objeto social que establezcas.
Aunque existe una gran libertad para elegir las actividades que desarrollará tu empresa, no todas pueden realizarse sin más. Algunas áreas, como la bancaria, financiera, aseguradora y la administración de fondos de pensiones o fondos mutuos, requieren autorizaciones especiales. Así, si piensas incursionar en uno de estos rubros, deberás cumplir con requisitos adicionales y obtener los permisos necesarios antes de operar.
¿Sabías que sí es posible que incorpores más de una actividad al momento de redactar el objeto social?
Incluir varias es posible e, incluso, recomendable. Esto le da a tu empresa mayor flexibilidad para ampliar su negocio en el futuro, sin necesidad de modificar los estatutos cada vez que diversifiques tus servicios.
Facturación: ¡Cuidado con las actividades que declares!
En esta materia, es fundamental respetar el giro establecido en tu objeto social. Solo puedes emitir facturas por actividades que estén dentro de tu giro.
Por ejemplo:
Si tu empresa se dedica a la consultoría en administración, no podrás facturar un servicio de producción de eventos o venta de automóviles.
De hacerlo, podrías enfrentar sanciones del Servicio de Impuestos Internos.
Si planeas vender productos digitales, también deberás incluirlo en tu objeto social. Es importante anticipar estas actividades para que tu empresa esté legalmente preparada para el comercio en línea.
En el fondo, definir bien tu objeto social, además de cumplir con un requisito legal, ¡es una estrategia fundamental para el crecimiento, la flexibilidad y el éxito de tu negocio!
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