La iniciativa «Empresa en un Día«, propuesta por el Ministerio de Economía, ha sido promocionada como una solución rápida y eficiente para la creación de empresas. El portal en cuestión permite a los emprendedores registrar y crear formalmente una empresa en un solo día. ¿Cómo? A través de un proceso simplificado y en línea.
Esta medida busca facilitar la entrada al mercado y reducir la burocracia, promoviendo la actividad emprendedora en el país.
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«Empresa en un Día»: No todo lo que brilla es oro
Aunque la idea, en teoría, es atractiva, presenta varias falencias que afectan negativamente a los emprendedores. En este artículo de Emprende.cl, exploraremos estas deficiencias y su impacto en el ecosistema emprendedor chileno.
La complejidad detrás de la simplificación
A pesar de la promesa de facilitar el proceso, la creación no elimina la complejidad burocrática subyacente. Muchos emprendedores se enfrentan a obstáculos administrativos una vez que su empresa ha sido registrada.
Trámites como la obtención de permisos municipales, licencias específicas y la inscripción en registros adicionales siguen siendo necesarios y, a menudo, complicados.
El sistema carece de un componente crucial: el asesoramiento personalizado. Cada emprendimiento tiene necesidades y desafíos únicos. Sin un guía experimentado, los nuevos empresarios pueden pasar por alto aspectos importantes como:
- La estructura legal adecuada.
- Las implicaciones fiscales.
- Los requisitos regulatorios específicos de su sector.
Costos ocultos y sostenibilidad de la «Empresa en un Día»
Aunque el proceso de inscripción puede ser rápido y aparentemente económico, hay costos ocultos que no se consideran. Los emprendedores deben invertir en servicios adicionales como asesoría legal y contable para asegurar que su empresa cumpla con todas las normativas, lo cual puede resultar en gastos significativos.
La moción ministerial no proporciona un seguimiento continuo ni apoyo posterior a la creación de la empresa.
Sin una red de soporte adecuada, muchos negocios nuevos enfrentan dificultades para sobrevivir en sus primeros años. La falta de orientación y recursos puede llevar al fracaso prematuro de estos emprendimientos.
Desafíos tecnológicos y accesibilidad
El sistema depende en gran medida de la tecnología, lo que puede ser un problema para emprendedores sin acceso a recursos digitales o con baja alfabetización tecnológica.
Esta brecha digital excluye a una parte significativa de la población que podría beneficiarse de iniciar su propio negocio.
Otro aspecto crítico es la seguridad de la información. Los emprendedores deben proporcionar datos sensibles durante el proceso de registro. Sin garantías robustas de protección de datos, existe el riesgo de vulnerabilidades y posibles violaciones de privacidad que pueden comprometer a los nuevos negocios.
La «Empresa en un Día» tiene insuficiente capacitación y educación
Una de las grandes falencias de la iniciativa es la falta de programas de capacitación asociados. Crear una empresa es solo el primer paso; gestionar y hacer crecer el negocio requiere habilidades y conocimientos que muchos nuevos empresarios no poseen. Programas de formación específicos ayudarían a llenar este vacío, ofreciendo herramientas esenciales para el éxito a largo plazo.
La moción no promociona adecuadamente otros recursos y programas de apoyo existentes que podrían beneficiar a los emprendedores. Una integración más holística con otros servicios gubernamentales y privados proporcionaría una base más sólida para el desarrollo empresarial.
La iniciativa «Empresa en un Día» del Ministerio de Economía representa un avance importante hacia la simplificación de la creación de empresas. Sin embargo, sus falencias subyacentes deben ser abordadas para asegurar que realmente cumpla con las necesidades de los emprendedores.
La reducción de la burocracia, la provisión de asesoramiento personalizado, la mitigación de costos ocultos, la superación de desafíos tecnológicos y la implementación de programas de capacitación son cruciales para transformar esta iniciativa en un verdadero catalizador del emprendimiento en Chile.
Solo así se podrá construir un entorno empresarial robusto y sostenible, que permita a los nuevos negocios prosperar y contribuir significativamente al desarrollo económico del país.