Todo emprendedor parte trabajando desde su casa, este es un estilo de vida codiciado por muchos, pero que requiere mucha auto disciplina para sostenerlo. Si no sabes organizar tu tiempo, tanta libertad se te puede ir de las manos.
Es importante establecer tu propia agenda laboral para habituar tu cuerpo y mente a ser productivos, a pesar de no estar en una oficina, no tener al jefe cerca y no cumplir con horarios. Estos consejos te pueden ayudar:
1. Lo primero es lo primero, un Espacio Cómodo
Lo principal para poder trabajar desde el hogar es crear un espacio cómodo y confortable para concentrarse, es importante poder separar el espacio de trabajo del resto de la casa, así la delgada línea que separa tu vida personal y laboral se mantendrá un poco más clara. Por ende, evita trabajar en el sofá o en tu propia cama.
Una mesa o un escritorio ordenado son la mejor solución a esto, preocúpate de que sea un lugar en que puedas mantener una buena postura, sea iluminado, ventilado y de temperatura agradable.
2. Tiempo para trabajar y tiempo para descansar
Establece un tiempo fijo de trabajo, se recomienda un horario de oficina, pero dependiendo de tu ritmo puedes adaptarlo a lo que más te convenga, hay personas que son más productivas en la mañana mientras que otras lo son en la tarde.
Cuando sepas en qué horas vas a trabajar en el día, implementa un sistema de bloques de tiempo en los cuales trabajarás y podrás descansar entre medio. Así podrás mantener la concentración, reducir las interrupciones y evitar el agotamiento.
En tu rutina debes también considerar un tiempo para ver el email, responder un whatsapp y revisar las notificaciones de redes sociales ¡pero cuidado! La procrastinación es tu enemiga más poderosa, si dejas todo esto abierto y las notificaciones activadas, dile adiós a tu concentración.
3. Planifica y ordena
Una vez que tienes tu espacio listo y un tiempo de trabajo determinado, debes afrontar la parte más difícil ¿Qué haces ahora? Como trabajas por tu cuenta, debes decidir qué hacer cada día, no puedes ir a ciegas. Intenta dedicar 5 minutos al final del día a revisar las acciones específicas que necesitas realizar en la jornada siguiente. Dormirás mejor y te ahorrarás tiempo en la mañana siguiente.
Marca 2 o 3 objetivos como las tareas más importantes, así las podrás hacer primero, alcanzarás rápidamente un sentimiento de realización y motivación que hará que el resto del día pase volando.
4. Vístete para ti mismo
Qué tentador es trabajar con pijama o buzo desde tu propia casa ¿cierto? Sin embargo, este es un hábito no muy recomendable si se quiere alcanzar cierto nivel de productividad, la forma en que te vistes te afecta psicológicamente.
Tómate el tiempo para ducharte, tomar desayuno, lavarte los dientes y vestirte como si fueras a trabajar, con un atuendo casual y cómodo pero con el que perfectamente podrías recibir un cliente o una visita por ejemplo.
5. Siempre ten lugares alternativos
Trabajar todos los días en la casa cansa, por muy cómodo que sea tu escritorio de trabajo, se hace difícil estar todo el día en el mismo lugar. Necesitas cambiar de escenario e interactuar con más personas de vez en cuando. Para esto, busca cafeterías o espacios de cowork en que te sientas cómodo, tenga poco ruido, wi-fi y gente simpática. Lleva tu notebook para allá y realiza las tareas que necesiten menor nivel de concentración, le dará un soplo de aire fresco a tu rutina diaria o un lugar al cual escapar cuando estés bloqueado creativamente.
Esperamos que te sirvan estos consejos y ánimo, que trabajar desde la casa siempre es el comienzo para grandes cosas ¡Mucho éxito!